Conoce a Amable Sánchez Torres
Amable Sánchez Torres nació en Morasverdes, Salamanca (España) el 29 de marzo de 1935. Desde 1966 vive en Guatemala, donde se ha nacionalizado como guatemalteco. Es licenciado en Teología por la Facultad de Teología de San Esteban de Salamanca, y doctor en Letras y Filosofia y licenciado en Derecho (primer premio de tesis en esta carrera en 1984) por la Universidad Rafael Landívar de Guatemala.
Ha dado clases de Lenguaje, Literatura, Análisis y Crítica Literaria, Filosofía, Filosofía del Derecho, Ética y Antropología Filosófica, en la Universidad Rafael Landívar y en la Universidad Francisco Marroquín Durante varios años formó parte de la unta directiva de Módulos de Esperanza, de la Asociación Española de Beneficencia y del Instituto Guatemalteco de Cultura Hispánica, hoy Centro Cultural de España.
Durante dos, fue asesor jurídico de la Vicepresidencia de Producción del BANVI (Banco Nacional de la Vivienda). Durante tres, trabajo como corrector de estilo en la editorial EDITA (de la URL); durante cuatro, también como corrector, para la Historia general de Guatemala; y durante siete, como secretario de la Academia Guatemalteca de la Lengua, Correspondiente de la Española, de la que durante muchos años fue miembro de número. Formó parte, asimismo, del Grupo RIN-78.
Ha emitido diversos dictámenes sobre puntos dudosos de derecho en diversas
leyes y lo mismo en relación con las cláusulas de algunos contratos. En este sentido, ha intervenido también como experto en varios juicios arbitrales.
Durante doce o catorce años trabajó en el CIEN (Centro de Investigaciones
Económicas Nacionales), y desde hace quince trabaja en la Universidad Francisco Marroquín (UFM) como revisor de estilo y editor de textos.
Amable Sánchez Torres, conversatorio El de la triste figura, paráfrasis sobre expresiones o detalles de don Quijote, Biblioteca Ludwig von Mises, 2016.
Por los años 60 del siglo pasado, cuando estudiaba Teología en Salamanca,
empezó a publicar en algunas revistas, entre ellas Poesía española, Alamo, Uriel, Rocamador y Caracola, pero desde que vino a Guatemala rompió prácticamente con el mundo literario español y apenas volvió a publicar en revistas ni se presentó en certámenes literarios.
El 9 de diciembre de 1999, fue condecorado por su majestad el rey de España,
Juan Carlos I, con la Orden de la Encomienda del Mérito Civil.